El SAI, atención a la infancia

Nuestro Servicio de Atención a la Infancia, SAI, nació en Badalona a raíz de una  conversación con nuestra patrona Maite Arqué (que entonces era alcaldesa de la ciudad) y uno de sus cargos de confianza.
Fue él quien nos sugirió hacer algo con los niños que sufrían maltrato. Del mismo modo que hay servicios para atender a mujeres víctimas de violencia, es necesario ofrecer ayuda psicológica a los menores que han sufrido abusos, maltrato o negligencia en su hogar.
 
Dibujo de uno de los niños del SAI: así ve su hogar ideal.
 
Nos plantearon una necesidad, quisimos dar una respuesta. En seguida hablamos con las psicólogas que ya trabajaban en ARSIS, una dirigiendo el centro infantil y la otra en el proyecto de mujeres inmigrantes. Las dos se entusiasmaron con la idea e hicieron una propuesta. La convertimos en proyecto y solicitamos ayudas para poder ampliar los horarios de estas trabajadoras y contratarlas para este servicio.
Así nació el SAI en el año 2004. Tal como lo concebimos, la finalidad del proyecto era esta:
Este proyecto desea crear un servicio de apoyo a la infancia que sufre violencia en su ámbito familiar. El servicio ofrecerá atención personal, apoyo, terapia psicosocial y una orientación y trabajo con las madres o tutores de los niños atendidos.
Con este proyecto, ARSIS quiere ayudar a paliar el dolor y las carencias que sufren los niños y adolescentes ―e indirectamente, sus familias― maltratados o en riesgo, ofreciendo un servicio prácticamente inexistente en Badalona y sin el  coste que supondría para presupuestos familiares muy reducidos.
 
Una familia numerosa, dibujo de otro de los niños atendidos.
Objetivos del SAI:
  • Crear un servicio de atención y orientación psicosocial para niños y familias que presenten casos de violencia, maltratos o abusos.
  • Atender a unos 100 beneficiarios durante el primer año.
  • Crear una red de cooperación y apoyo a la infancia entre los diversos agentes sociales públicos y privados para no dejar desatendido ningún caso de violencia que se pueda presentar en la ciudad.

Ester, la primera psicóloga del SAI, en su despacho de Badalona.

Logramos varias ayudas, del Ayuntamiento, la Generalitat y el entonces Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (las ayudas con cargo al IRPF anual). El proyecto empezó con dos psicólogas, luego se añadió una tercera y llegamos a atender muchos casos. Un servicio como el nuestro era único, pues ofrecíamos una hora de atención semanal, igual que una consulta privada, totalmente gratuita y además por un tiempo indefinido, en función de la necesidad de cada niño.
 
Alexandra y Davinia, iniciadoras del SAI en Barcelona.
 
Desde entonces, el SAI ha funcionado ininterrumpidamente (¡son ya 15 años!). Hemos cambiado el equipo humano al trasladarnos a Barcelona, pero seguimos trabajando en la misma línea. Los niños vienen contentos, pues encuentran un espacio acogedor, una presencia cálida y un lugar donde pueden expresarse libremente y, poco a poco, sanar sus heridas emocionales y aprender a utilizar sus propios recursos para salir adelante y crecer.
 
Los niños pueden expresar sus emociones en un ambiente de respeto y libertad. 
Las familias están contentas. Y los servicios sociales que nos derivan la casi totalidad de los casos también. Este es el testimonio de la jefa de servicios educativos del distrito de Sant Martí:
«Queremos dejar constancia de la necesidad y la profesionalidad con la que la Fundació ARSIS está dando apoyo al alumnado de San Martín que ha sufrido maltrato o abusos. Este espacio terapéutico es único, ya que los servicios públicos priorizan actualmente el trastorno mental grave. El alumnado que padece estas situaciones destructivas queda sin atender por parte de ningún dispositivo. Hemos tenido la suerte de disponer del servicio gratuito de la Fundación ARSIS que, a través de su Servicio de Atención a la Infancia (SAI), ha atendido un número elevado de niños y adolescentes sin recursos económicos que están sufriendo o han sufrido estas situaciones. La existencia del SAI de la Fundación ARSIS responde a una necesidad real y su profesionalidad es sumamente valiosa.» 
Y aquí, algunos testimonios de los menores:
«Me gusta ir al psicólogo porque me divierto con Davinia.  Jugamos, hablamos y nos lo pasamos bien. También porque es divertida, aunque a veces tengo pereza de venir porque estoy cansado. Aunque a veces venga triste ella lo que hace es ayudarme cuando estoy decaído para estar contento y también para ayudarme a recordar recuerdos del pasado G., 12 años.
«Nos ayuda a mejorar nuestro comportamiento familiar en las peleas entre nosotros, la relación con hermanos y madre y a sentirnos mejor. Nuestro comportamiento ha mejorado.» V., 15 años.
«No me convencía ir al psicólogo porque pensaba que no podría arreglar ningún problema de mi vida. Pero con el paso de las sesiones me he dado cuenta que sí, porque me desahogo y expreso todo lo que siento y me quedo más relajada. Me aconseja cómo solucionar los problemas familiares.» S., 17 años.
 
 
Con el proyecto SAI, ARSIS ha trabajado con uno de los grupos más vulnerables y que sufren, a menudo en silencio: los niños y adolescentes que sufren en su hogar, debido a situaciones familiares de violencia o desestructuración. La tarea de las psicólogas no se ha limitado a los niños, sino también a sus familias, especialmente a las madres, padres o tutores. Entendemos que no podemos mejorar la vida de una persona aislada si no se ayuda también a su entorno más próximo, que es donde se origina el problema. Ayudando al menor, se puede llegar a mejorar el ambiente de toda la familia.
 
Davinia y Mireia, psicólogas actuales del SAI.

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